Las cortinas dan personalidad y privacidad e incluso pueden evitar que entre el frío en épocas de invierno, algo de lo que hablaremos más adelante 😉
Pasados unos meses tras la instalación de las cortinas, éstas empiezan a acumular suciedad en ciertas zonas como pueden ser los bajos o en por donde las cogemos para correrlas. Además, si hay fumadores en la casa o existe cierta contaminación en la zona, la suciedad se filtra en las cortinas y empiezan a despedir un olor desagradable e incluso a cambiar el color original.
Para lavar, consulta con tu vendedor qué tipo de material es y cómo se puede lavar (programa de lavado, temperatura…) Cabe destacar que algunos tejidos no pueden lavarse en lavadoras convencionales de las que disponemos en casa, por lo que te recomendamos que consultes con nuestro equipo para que nos encarguemos nosotros con los equipos profesionales de los que disponemos.
Pese a todo, si te animas a lavarlas en casa, hay que tener en cuenta algunos puntos: debes lavarlas por separado para evitar que destiñan unas sobre otras, además, será necesario retirar los ganchos y las anillas de la cortina antes de introducirlas en la lavadora. Evitaremos temperaturas altas y usaremos programas para ropa delicada. Finalmente, si al descolgarlas vemos que existen manchas concentradas, te recomendamos usar un quitamanchas antes de introducirlas en la lavadora.